El USB tipo C es una nueva forma de puerto de conexión cada vez más frecuente en teléfonos y tablets. Este tipo de USB se ha ido convirtiendo en un estándar de la industria. Debido a que ofrece una mayor velocidad en transferencia de datos e intensidad en la corriente eléctrica.
En la industria hay una guerra silenciosa entre el micro USB y el USB-C. La cosa comenzó allá por el año 2009, en que la Comisión Europea para el Mercado Único propuso establecer una nueva normativa. Querían regular el gran número de conectores para cargadores y unificarlos en un solo modelo. El candidato propuesto fue el USB-C, con varios puntos fuertes como facilidad de conexión, versatilidad y pequeño tamaño.
Actualmente el Parlamento Europeo ha decidido que el cargador universal llegará para quedarse a partir del otoño de 2024. Dentro de poco más de dos años todos los dispositivos electrónicos deberán cambiar. Todos los que se pueden cargar por cable, como teléfonos, tablets, cámaras, libros electrónicos, consolas y altavoces deberán incluir una entrada USB tipo C.
La obligación también concierne a Apple, que por lo tanto tendrá que abandonar la entrada patentada lightning en favor de la última versión del universal utilizado por todos los demás teléfonos inteligentes del mercado. Por ahora, los ordenadores portátiles aún están excluidas, pero deberán adaptarse dentro de los próximos 40 meses.
Pero, ¿qué es un conector USB tipo C?
Un USB-C, o USB Type-C para llamarlo por su nombre, es un tipo de conector más pequeño, ovalado y reversible por lo que puede conectarse sin una orientación específica. Esto lo diferencia de las versiones anteriores las cuales requieren de un lado específico al conectarse. Estos conectores han estado apareciendo en dispositivos electrónicos en los últimos años. Además, es compacto y permite una carga más rápida y tasas de transferencia de datos más altas que los estándares anteriores, incluido el conector Lightning de Apple en el iPhone.
En este punto hay que recalcar que el tipo C es sólo un tipo de conector, por lo que no influye directamente en las velocidades de transmisión o la tecnología que hay detrás. Para eso, hay que saber diferenciar entre estándares y conectores a la hora de hablar de los USB. Los estándares o protocolos se clasifican dependiendo de la velocidad a la que transfieren sus datos. Por lo que podríamos decir que son «el cerebro» del USB. Mientras, los conectores son sólo las puntas de estos USB, que pueden ser de diferentes tipos.
El USB-C también es capaz de admitir múltiples tipos de datos y alimentación a través de un solo conector. Esto lo convierte en un conector de diseño muy conveniente. Con estas características es fácil saber por qué está conquistando todos los dispositivos.
Como verás, los USB-C son dispositivos cada vez más utilizados por los usuarios, especialmente desde que podemos trabajar en casa. Estamos seguros de que, con estos datos, podrás encontrar tu USB-C perfecto para tus dispositivos.
